sábado, 5 de diciembre de 2009

Adolescentes adictos a Internet son más propensos a tener comportamientos autolesivos


Jóvenes entre los 13 y los 18 años que están conectados durante varias horas en el día estan proclives a golpearse a sí mismos, tirarse del pelo, pellizcarse o quemarse.
Los investigadores encuestaron a 1.618 adolescentes de entre 13 y 18 años en la provincia china de Guangdong sobre estos al mismo tiempo que se les sometió a una prueba para medir la adicción a internet.
La adicción a internet ha sido clasificada como un problema de salud mental desde mediados de los años 90 con síntomas similares a otras adicciones.
La prueba realizada por científicos chino-australianos halló que alrededor del 10 por ciento de los estudiantes analizados eran moderadamente adictos a internet, aunque menos del uno por ciento eran adictos de gravedad.
Los estudiantes calificados como moderadamente adictos a internet fueron 2,4 veces más proclives a autolesionarse de una a cinco veces en los últimos seis meses que los estudiantes sin nada de adicción, dijo el doctor Lawrence Lam de la University of Notre Dame en Australia.
Los estudiantes calificados como moderados a severamente adictos a internet fueron casi cinco veces más proclives que los jóvenes no adictos a autolesionarse seis veces o más en los últimos seis meses, reportaron Lam y sus colegas de la Universidad Sun Yat-Sen, de Guangzhou.
"En los últimos años, con una mayor accesibilidad a internet en la mayoría de los países de Asia, la adición a internet se ha convertido en un creciente problema mental entre los adolescentes", dijeron los investigadores en su estudio publicado en la revista Injury Prevention.
"Muchos estudios han informado de la asociación entre la adición a internet, los síntomas psiquiátricos y la depresión entre los adolescentes", agregó.
Los investigadores dijeron que los resultados sugerían una 'fuerte y significativa' asociación entre la adicción a internet y las autolesiones en la adolescencia incluso teniendo en cuenta otras variables asociadas con el comportamiento, como depresión, insatisfacción familiar o acontecimientos estresantes.
Dijeron que esto sugería que la adicción a internet es un factor de riesgo independiente para los comportamientos autolesivos.
Los expertos interpretan la adicción a internet, entre otras cosas, como sentimientos de depresión, nerviosismo, mal humor, cuando no se está conectado, y sólo desaparece cuando el adicto vuelve a conectarse.
Fantasear o estar preocupado por no estar conectado a internet es otro de los síntomas de la adicción online.
"Todos estos comportamientos pueden tener una raíz común (...) factores que requieren un estudio mayor", dijeron.
Sidney Reuters

martes, 6 de octubre de 2009

Yo soy por lo que tengo


Tener, poder, saber, mandar, presionar, son dimensiones que se manifiestan en la persona humana. A veces creemos que la felicidad está en el tener, y olvidamos lo más importante el ser.
Como jóvenes debemos hacer un alto en nuestra vida para reflexionar y analizar; hacer proyectos y saber escoger un estado de vida, una profesión, etc.
Muchos jóvenes viven hoy arrastrados por el consumo y el tener: Es decir, tener novia, tener dinero, y tener cuanto pueda, pero olvida, que el tener es pasajero. Sí, el tener cosas, tener dinero, tener estabilidad, tener amistades, todo es pasajero. lo que perdura y dura es el Ser. Este el ser de lo que somos, muchas veces o a menudo, olvidamos, humillamos, explotamos y vivimos la cotidianidad como si vamos a vivir eternamente en este mundo.
No seamos orgullosos, altaneros, rebeldes. No demos vuelta y perdamos el tiempo pensando en el Tener. Nuestras riquezas se terminarán. Lo más importante en la vida es el Ser. Debemos valorar, querer, amar, a las personas no por lo que tienen, sino por lo que son.

jueves, 10 de septiembre de 2009

El suicidio es más contagioso en los lugares de trabajo

Los especialistas ya sabían que el riesgo de suicidio de cualquier persona aumenta cuando un familiar se suicida, pero un estudio realizado por la Universidad de Estocolmo y por la de Oxford, con más de un millón de personas, ha demostrado que los suicidios de compañeros de trabajo también aumentan este riesgo. Estadísticamente, el peligro afecta sólo a los hombres, señalan los investigadores, pero al doble de varones que los suicidios acaecidos en los entornos familiares. Estos resultados vienen a redundar en la importancia del medio y en la influencia de las redes sociales en este fenómeno que, anualmente, cuesta la vida a un millón de personas en el mundo. Por Yaiza Martínez.
Los especialistas sabían ya que el riesgo de suicidio de cualquier persona aumenta si un miembro de su familia se ha quitado la vida.
Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Estocolmo y de la Universidad de Oxford ha confirmado esta relación, pero además ha revelado algo que hasta ahora no se sabía: que el suicidio de un compañero de trabajo también aumenta el peligro de que otras personas que trabajan con él se suiciden.
Según publica la Universidad de Estocolmo en un comunicado, este efecto suicida contagioso es estadísticamente significativo sólo en el caso de los hombres.
Entre ellos, el riesgo de quitarse la vida se incrementa si un colega se suicida incluso más que en el caso de que se suicide un miembro de su familia, dado que hay más cantidad de individuos relacionados con el fallecido.
Influencia del entorno laboral
En Suecia, cada año se suicidan alrededor de 1.500 personas (en nuestro país, unas 1.800 y en el mundo un millón de personas anualmente). Las razones que impulsan a estos actos tan radicales a menudo son personales y pueden ser numerosas, como el padecer una enfermedad mental o física.
Investigaciones previas habían demostrado, sin embargo, que los suicidios pueden no ser sólo por razones personales sino que también pueden venir influenciados por el entorno. Y es que, en las redes sociales, diversos tipos de comportamientos, sentimientos y actitudes pueden extenderse con relativa facilidad.
Los científicos de las Universidades de Estocolmo y de Oxford se cuestionaron si una decisión tan drástica como matarse a uno mismo puede venir influenciada por otros. Según aparece publicado en la revista Social Forces, para averiguarlo observaron, en un periodo de cinco años y medio, a 1,2 millones de individuos, de los que 1.116 se suicidaron.
El estudio se basó en datos de todas las personas que vivieron y trabajaron en la provincia de Estocolmo (una de las 21 provincias que conforman Suecia), durante la década de los años 90 del siglo XX. Estos datos fueron des-personalizados para no manejar información privada, sustituyendo la información por códigos numéricos.
Hombres en peligro
Según declaró Monika K. Nordvik, sociólogo de la Universidad de Estocolmo y una de las responsables de la investigación, “reuniendo a los parientes y colegas de los individuos analizados, pudimos establecer cuáles de ellos habían vivido el suicidio de un familiar o de un compañero de trabajo. Después, analizamos si los suicidios de otros aumentó o disminuyó el riesgo de suicidio de los individuos observados”.
Y la respuesta fue que sí: los investigadores descubrieron que el peligro de suicidio aumentaba considerablemente tanto en mujeres como en hombres si algún familiar se había quitado la vida, tal y como habían detectado ya investigaciones anteriores.
Asimismo, la investigación reveló que el riesgo de suicidio aumentaba también como consecuencia del suicidio de compañeros de trabajo, acaecidos en el último año, pero sólo en el caso de los hombres.
Lo preocupante es que, estadísticamente, a este motivo podían adscribirse más suicidios que a los suicidios de los propios familiares, siempre en el caso de los varones, advirtieron los científicos.
Cuestión de estadística
Según declaraciones de otro autor de la invesitgación, el profesor Peter Hedström, de la Universidad de Oxford, “dado que hay muchos más individuos que experimentan el suicidio de una persona conocida en el lugar de trabajo, el efecto conjunto resulta mayor que el que puede atribuirse a los suicidios de los familiares, incluso a pesar de que evidentemente un suicidio en la familia tiene un impacto mayor en el riesgo de suicidio de cualquier individuo particular”.
Es decir, que el efecto de la interacción social en este aspecto sería mayor en el lugar de trabajo que en el entorno familiar y, por tanto, la exposición en el primero resultaría más importante para la tasa de suicidios, porque los individuos están más a menudo expuestos a los suicidios de colaboradores que a los de miembros de sus familias.
Los resultados obtenidos señalan que, de hecho, los suicidios de varones que pueden atribuirse al “efecto contagioso” en los lugares de trabajo son el doble que los atribuibles al suicidio de un familiar.
Estudio previo y lacra social
Los suicidios por empatía o por influencia del entorno han sido analizados con anterioridad por diversos investigadores. Así, por ejemplo, en 2005, un estudio llevado a cabo con 475.000 daneses, de los que se suicidaron nada menos que 9.000 personas de edades comprendidas entre los 25 y los 60 años, reveló que el suicidio de la pareja aumenta el riesgo de que suicide el otro miembro de la pareja, aunque con diferencias estadísticas según el sexo.
Así, los hombres que han perdido a su pareja por suicidio son tres veces más tendentes a cometer suicidio que las mujeres, entre otras razones, porque los varones tienden menos a buscar ayuda y a padecer enfermedades mentales no detectadas ni tratadas. También la pérdida de un hijo por suicidio dobla el riesgo de que uno de los progenitores se suicide, en este caso en ambos sexos, señaló el informe.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es causante de más mortalidad que todos los conflictos bélicos del planeta. Para 2020, las estimaciones de dicha organización prevén, además, que el número mundial de suicidios consumados alcance el millón y medio. En España, las cifras son cada año prácticamente las mismas que las de muertos por accidentes de tráfico.
Fuente: Tendencias21.net

martes, 1 de septiembre de 2009

Ayúdenme, ¿Esto es mi cuerpo?

¿Te has preguntado esto alguna vez? Te estás vistiendo para ir a una cita y cuando sacas tus jeans favoritos, no puedes cerrar la cremallera. O estas corriendo por el campo de fútbol cuando te das cuenta de que tus piernas rozan la una contra la otra de una forma que nunca antes lo habían hecho. Quizás te miras en el espejo y parece que tus poros hubieran acaparado toda tu cara.

Si alguna vez te has sentido fuera de sintonía con tu cuerpo, no estás solo(a).

Creciendo de alto y de ancho (o no)
La mayoría de nosotros estamos preparados para lidiar con los cambios físicos obvios que son parte del crecimiento. Las niñas esperan que su pecho crezca y los niños esperan desarrollar musculatura. Pero el cuerpo generalmente atraviesa otros cambios antes, durante, y después de la pubertad - y algunas veces estos cambios pueden ser muy diferentes de los que tú esperas. Por ejemplo, ambos, tanto los niños como las niñas pueden notar crecimiento en lugares del cuerpo con los que están poco familiarizados, como los glúteos o la barriga. O también puede que cambien y sean más altos y delgados.

Algunas personas tienen una capa temporal de grasa en el interior de su cuerpo que prepara al cuerpo para el proceso de crecimiento. En otros casos, este cambio es permanente. Algunas personas comen comidas sanas, hacen ejercicio y aun así ganan peso. Otros comen todo lo que está a su alcance y se mantienen delgados.

Eventualmente, todo vuelve a su equilibrio y la mayoría de las personas se ajustan a la forma en que su "nuevo" cuerpo se siente y funciona. Pero esto puede llevar algún tiempo. Lo que les ocurre a las personas físicamente durante la pubertad puede influenciar cómo se sentirán acerca de sus cuerpos y sobre ellos mismos a largo plazo.

Uno de estos casos es el de Nikki. Ella era una bailarina muy buena que le había puesto el corazón a seguir la carrera que su mamá tuvo en ballet. Pero a los 13 años, Nikki creció algunas pulgadas y desarrollo el tipo de figura que muchas niñas desearían tener -salvo que fueran bailarinas. Las amigas de Nikki envidiaban sus curvas pero Nikki se sentía pesada y fuera de lugar. Nikki ahora que tiene 19 años, y dice que le tomó mucho más tiempo superar la falsa percepción que tenía sobre sí misma de ser una niña gorda, que olvidar su sueño de convertirse en bailarina.

Ajustándose a un nuevo cuerpo
Nos damos cuenta de cómo luce el cuerpo justamente alrededor del momento cuando nuestros cuerpos comienzan a cambiar. Esto puede hacer que sea difícil lidiar con los cambios físicos desde un punto de vista emocional.

Ajustarse a los cambios del cuerpo es algo más que acostumbrarse a cómo luce. Muchos adolescentes basan su imagen de sí mismos sobre cómo sienten sus cuerpos y cómo se desenvuelven. Hasta hace un año, Wes, de 15 años, era un corredor rápido en muy buena forma y en quien siempre se podía contar para que ganara las competencias de su equipo. Wes tiene ADHD, y algunos días parecía que correr era la única cosa que podía hacer bien. Así que cuando empezó a desarrollar un físico más compacto y muscular y sus marcadores de velocidad se hicieron más largos, la confianza en sí mismo de Wes sufrió un golpe inesperado.

Los cambios en la apariencia de nuestros cuerpos, la habilidad - incluso pequeños detalles como la forma en que olemos - son partes perfectamente normales del crecimiento. Así que ¿Qué es lo que puedes hacer para ajustarte física y emocionalmente a los cambios que trae tu desarrollo? Aquí te damos algunas ideas.

Atención - ¡No te compares! Es natural que te fijes en tus amigos como punto de comparación. Pero no es una buena idea. Compararnos con otras personas es problemático porque cada persona se desarrolla de forma diferente y en distintos períodos de tiempo. Si atraviesas lo que se llama un estirón, un crecimiento rápido, puede que te sientas muy alto. Y al mismo tiempo tu amigo(a) puede que se sienta que él o ella es muy pequeño(a). Generalmente es más difícil para las personas que se desarrollan primero o más tarde.

También es una mala idea compararnos con las celebridades y las modelos. En realidad, la mayoría de las personas no se ven como la variedad limitada de cuerpos que ofrecen los medios de comunicación. (En realidad, las modelos tampoco se ven como lo que vemos en los medios: Muchos de esos cuerpos "perfectos" se ven de esa forma después de editar las fotos, no por su propia naturaleza.)

Olvídate de los anuncios de las revistas- en su lugar, ponte a ver las fotos de tu álbum familiar. Los anuncios venden fantasía, en lugar de realidad. Es fácil soñar con convertirse en un o una modelo de Abercrombie, pero dejar que las esperanzas y las expectaciones se salgan de nuestras maños sólo puede entristecer a una persona.

Las personas varían en términos de talla, altura y figura. La forma como el cuerpo se desarrolla depende mucho de la genética. Tu cuerpo está programado para hacer casi todo lo que el cuerpo de tus padres (o tus abuelos) hizo. Nikki, por ejemplo, se dio cuenta de ello, ella compartía el amor de su madre por la danza, y ella también había heredado su físico del lado de la familia que provenía de su papá.

Antes de que mires a tus familiares y sufras un ataque, considera que ellos ya no son adolescentes. El cuerpo de las personas cambia a medida que se van haciendo mayores. Pregunta por fotos de tus padres, tíos y tías cuando ellos tenían tu edad. Esto te dará la oportunidad de hablar con ellos sobre su propio desarrollo.

Otra cosa que debes recordar es que las personas tenían diferentes estilos de vida en la época cuando tus padres estaban creciendo. Si tu estás más interesado en los deportes de lo que tus padres estaban, tu te verás más en forma y con más musculatura. Y, por supuesto, lo contrario aplica con las personas que son menos activas de lo que sus padres fueron - lo cual es el caso de la mayoría de los adolescentes hoy en día.

Trata a tu cuerpo bien. Tomar decisiones adecuadas e informadas sobre los alimentos y el ejercicio es parte de desarrollar tu propia mente y tu propia vida. Comer y ejercitarse de forma sana puede darte algún control sobre cómo se transformara tu cuerpo. Además, el ejercicio es un estimulante del humor. Si los cambios de tu cuerpo te están haciendo sentir triste o confundido, puede que te ayude salir a caminar, jugar con tu perro, o jugar al Frisbee con tus amigos.

Aproximadamente tres cuartos de todos los adolescentes dejan los deportes en el momento en que sus cuerpos se desarrollan. Generalmente ocurre porque los cambios corporales del desarrollo influyen sobre los deportes en los que van a competir. Aunque tu todavía puedes hacer cualquier actividad en la que estés realmente interesado(a), algunas personas prefieren cambiar a otro tipo de actividad. Wes invirtió su fuerza y su habilidad para correr en jugar al fútbol. Y Nikki pudo combinar su buena figura con su amor por la danza cuando descubrió la danza del vientre en la universidad.

Muchas veces las personas dejan de jugar deportes organizados en el bachillerato (high school) porque los deberes toman mucho tiempo o porque ahora tienen una vida social que ocupa gran parte de su tiempo. Este no es un buen momento para dejar de hacer ejercicio por completo. Utiliza este tiempo de cambio para explorar cómo se siente tu cuerpo al hacer diferentes actividades. Tomar clases de yoga o de artes marciales u otro tipo de actividades relacionadas con el estiramiento y el movimiento del cuerpo puede hacer que te familiarices con tu cuerpo.

Se amigo de tu cuerpo. ¿Sientes que has dejado de conocer a tu cuerpo? Igual que una amistad que crece y evoluciona, estar en contacto con nuestros cuerpos toma tiempo. Como los amigos, nuestros cuerpos a veces nos pueden decepcionar. Pero con un poco de trabajo y entendimiento, es posible recuperarse.

Tal y como sabemos los secretos de nuestros amigos, nosotros sabemos cosas de nuestros cuerpos que otras personas no saben. Por ejemplo, puede que tu pienses que tu estómago sobresale porque te pasas horas fijándote en él delante del espejo. Pero la verdad es que otras personas no se dan cuenta del mismo modo en el que tú lo has hecho.

Camina erguido(a) como una persona alta - ¡Aunque no lo seas! De lo que las personas si se dan cuenta es de cómo proyectas tus sentimientos sobre ti mismo. Si tu piensas que eres demasiado alto(a), será mucho más obvio si caminas encorvado queriendo parecer más pequeño(a). Si estás muy consciente de tus granitos en tu cara, esconderte detrás de tu cabello puede que esconda los granitos en tu mejilla, pero te veras extraño(a) e incomodo(a).

A medida que tu cuerpo cambia, puede ayudarte el mantener una buena postura y caminar con seguridad en ti mismo. Después de practicar esto durante un tiempo, probablemente te sentirás más seguro de ti mismo(a).

No hay mucho más que puedas hacer en cuanto a tu altura o tu desarrollo, pero puedes enfocarte en cosas que realmente te gustan sobre ti mismo. Puede que sea tu cabello rizo o el hoyito que se te forma en la mejilla cuando te ríes. O puede que sea tu forma tan especial de pensar en los demás o que realmente eres muy bueno(a) en hacer reír a los demás. Finalmente, cuando piensas en las personas que te importan más en tu vida, su apariencia física probablemente tenga poco que ver con cuanto los aprecias.

Curvas más adelante
De la misma forma en que te acostumbras a tu nueva figura, puede que vuelva a cambiar. Durante los últimos años de la adolescencia y en el comienzo de los años 20 (una vez más) es un período cuando el cuerpo y la mente comienzan otro proceso de cambio y madurez. Para ambos, las niñas y los ninos, esto significa rellenar el cuerpo un poco más para que lucir más como adultos y menos como adolescentes.

Esta es otra temporada durante la cual es importante convocar los poderes del ejercicio y los hábitos de alimentación saños: Probablemente hayas oído hablar de los "Freshman 15," con relación al primer año de universidad cuando las chicas y los chicos están a cargo de alimentarse por sí mismos por primera vez. Muchas personas que por primera vez comienzan a ocuparse de alimentarse por sí mismos comienzan a comer todo lo que quieren - generalmente comida rapida y comida para picar o merendar con un contenido alto en grasa. Por supuesto, muchos de ellos ganan peso porque permanecen más tiempo sentados y estudiando, y menos tiempo estando activos. Si ya has empezado a enfocarte en lo que comes y en cómo hacer ejercicio, puede que esto tenga menos probabilidades de sucederte a ti.

Si nuestros cuerpos tuvieran manuales de instruccion, nos dirían como mantenerlos limpios, proporcionarles combustible, y ofrecerles actividades estimulantes. Pero nuestros cuerpos son también como las personas, y se comportan de la mejor forma cuando son queridos.

Aprender a aceptarnos y apreciarnos ayuda a construir flexibilidad y fortaleza. Las personas que son flexibles tienen una mayor habilidad para lidiar con los problemas y recuperarse de las decepciones frente a las personas que no lo son. Las personas flexibles generalmente toman buenas decisiones y elecciones. Acepta y aprecia tu cuerpo, independientemente de cómo luzca ahora, y -como si fuera un buen amigo -¡puede que haga mucho por ti en agradecimiento!

Revisado por: D'Arcy Lyness, PhD